[Análisis] Starfield

Starfield es un juego de RPG de temática espacial desarrollado por Bethesda Games Studios, ha sido lanzado tras ocho años de desarrollo al público general en septiembre de 2023, aunque fue liberado unos días antes para la prensa y ciertos creadores de contenido.

El género espacial siempre despierta mucho hype en toda la comunidad gamer. Películas como Star Wars, Firefly o Dune son claras muestras de ejemplo de la pasión que las acompaña. Casi todos hemos soñado en algún momento con estar inmersos en una batalla espacial a bordo de un x-wing o el mítico Halcón milenario. En esta ocasión, al igual que paso con No Man´s Sky, las expectativas que se habían ido creando alrededor del título estaban muy altas, quizás demasiado.

Bajo mi punto de vista, Starfield se ha quedado en un quiero y no puedo en comparación con otros títulos referentes de la industria, véase Elite Dangerous, No Man´s Sky o Mass Effect. Incluso que el propio Star Citizen, pese a que no podemos considerarlo un juego completo, sino más bien una beta. No es que Starfield sea un juego pésimo ni mucho menos, simplemente no aporta nada nuevo a la industria como si hacen estos otros, que además llevan mucho más tiempo en el mercado.

Lo bueno, lo malo y lo peor de Starfield

Para ser un juego que se le presupone de exploración, esta se ve ampliamente eclipsada por la forma en la que han implementado todo. Probablemente por las limitaciones de su propio motor gráfico Creation Engine. Tiene menús y pantallas de carga por todo, por nada, y por si acaso. Las naves son un mero elemento decorativo que, si bien tienen mucha personalización, no valen para nada. Únicamente podemos permanecer en la órbita de los planetas en los que hay ciertos elementos de interés a los que accederemos a base de click de ratón.

Los planetas más de lo mismo, tenemos muchos planetas sí, pero no son planetas sino mapas con ciertos puntos de interés, salvo dos o tres, el resto de puntos que se genera de forma procedural son calcados unos de otros. No podrás jamás dar la vuelta a un planeta, pues te toparas con una barrera invisible que te impide el paso.

Si a todo esto, sumado a que estaremos realizando un viaje rápido para todo, incluso cuando vamos a pie. Bajo mi punto de vista se carga totalmente la exploración en su esencia. Lástima que no se hayan enfocado más en la nave, su manejo y libertad para aterrizar manualmente donde quieras, aunque esto significase reducir la cantidad de planetas considerablemente.

La IA nunca fue el punto fuerte de Bethesda, y en esta ocasión encontramos una IA bastante torpe, con enemigos que lo único que hacen es buscar una cobertura pero que no tienen casi ningún otro patrón implementado. Algunos van cuerpo a cuerpo con todo, como si el personaje fuera un imán. Incluso el propio acompañante (Vasco) resulta molesto al ponerse en medio en demasiados momentos. Aumentar la dificultad no soluciona nada, solo hace que los enemigos se conviertan en «esponjas» absorbiendo daño.

Algunos bugs y sobre todo falta de optimización a la que ya estamos lamentablemente demasiado acostumbrados en la industria actual de los videojuegos, como ya comento en esta entrada. Pero que al fin y al cabo, son cosas que pueden solucionarse mediante actualizaciones y parches futuros.

No todo van a ser cosas malas… La personalización del personaje, la trama principal (que no la mayoría de las secundarias), los gráficos, cinemáticas y animaciones están a la altura de un triple A. Tiene una banda sonora épica y una interfaz reminiscente de clásicos como Alien con ese toque ochentero de la NASA, dándole una estética única, vintage y profesional. Otro aspecto positivo es que la comunidad, al igual que paso en Skyrim, sacará mods que mejorarán sustancialmente la calidad general del juego.