Nos referimos a un juego como early access o acceso anticipado, aquel que sale a mercado aun estando en una fase alfa o beta que no ha sido finalizado completamente. Con esto lo que se persigue es recaudar fondos y ganar tiempo para así poder completar el juego en su totalidad. Si bien esto puede resultar ventajoso para ciertas desarrolladoras con pocos recursos, la realidad es que en demasiadas ocasiones es aprovechado de forma poco ética o fraudulenta.
Nací en el ochenta y seis, por lo que recuerdo perfectamente cómo eran o como se vendían los juegos entorno a los años noventa. Podían ser “caros”, pero estos estaban terminados, testeados y hasta venían con algo que ya casi nadie recuerda, manual. Pero no una hoja con las instrucciones básicas. No, un compendio de páginas con ilustraciones y traducido a diferentes idiomas. Por aquel entonces los juegos tenían su carcasa o funda, su manual, los podías prestar a un amigo y se vendían en formato físico.
El formato digital trae consigo notables mejoras. Los juegos no ocupan espacio, al menos físico. Nos permite instalarlos y desinstalarlos a placer de forma rápida y sencilla, no se estropean o rallan como ocurría en el formato físico, y lo más importante, son actualizables. Pero es aquí donde su mayor ventaja se convierte en ocasiones en la lacra del usuario.
Las compañías ya no tienen que sacar un producto al cien por cien terminado y libre de errores, pueden sacar un EA, ganar dinero y ya después, si eso, terminar el juego mediante actualizaciones futuras. En ocasiones esto funciona, he visto juegos como: Rust, 7 Days To Die, The Forest. Los cuales compré cuando salieron y he podido ver de primera mano su evolución, para bien. Otros pese a no salir como acceso anticipado, también mejoran gracias a las actualizaciones como el caso de No Man Sky. Cuyo lanzamiento fue desastroso, pero poco a poco han ido actualizando el juego y a día de hoy se encuentra en un muy buen estado.
Con todo esto, nos encontramos en la tesitura en donde las desarrolladoras tienen dos caminos. Bien terminan ellas el juego, asumiendo el total de los gastos en la producción con la premisa de una vez lanzado recuperar estos y producir ganancias o, por otro lado, lanzar el juego como early access y sacar beneficios anticipados. Que, si bien puede ser algo muy bueno para una compañía con pocos recursos, permitiendo a esta reinvertir los beneficios, puede no ser tan bueno si esto lo hace una empresa que lo que pretende es estafar al usuario y generar ingresos rápidos.
El problema que yo veo es el control. ¿Dónde está el baremo de lo que puede o no ser un early access? Si desarrollo una demo técnica y pretendo venderla por acceso anticipado. ¿Quién controla que tiene el suficiente contenido para considerarse un EA? En este punto es donde las plataformas de videojuegos como Steam, deben y deberían tomar cartas en el asunto. Ya no solo controlando que juegos meten en el catálogo y bajo qué condiciones, sino también obligando a las mismas a cumplir con políticas de devolución más flexibles en el caso de este tipo de juegos, y por supuesto penalizando a las que realicen mala praxis de lo que debería ser un early access.
Steam es una empresa en la que sus ganancias dependen de la venta de videojuegos digitales, por lo que no debemos ceder únicamente el control de estos a ella, nosotros como clientes debemos ser críticos y consecuentes. Nuestra opinión debe verse reflejada porque a lo mejor así, podemos ayudar o aconsejar a otros compradores como nosotros. Realizar un videojuego cuesta tiempo y el tiempo es dinero, la mejor critica que se puede hacer es no adquirir un producto si no estamos seguros de lo que vamos a recibir.